Hace tiempo le dedique dos largos textos al final de mi etapa como director de La Stigia, tituladas tristeza y ornadas con el Britannic, uno de mis mitos entorno a lo futil, efímero y tremendamente triste.
Uno a veces se siente de determinada manera y lo expresa.
Lo que ocurre es que las personas a veces te dan menos de lo que esperas (error de uno mismo por pensar que todo el mundo es de la misma pasta) y al reves, en quien quizá no habías reparado, resulta que te soprende con una hermosa despedida.
De esos claroscuros estoy viviendo tres por semana desde que la despedida es cierta.
Una amiga me repite: "como siento que tengas que pasar por esto" pero no hay nada que sentir. Es un reequilibrio de fin de etapa, que no de carrera, necesario. Lo positivo pesa mucho mas que lo negativo en la balanca.
Un café de una alumna que te da las gracias por todo lo que ha aprendido (mi obligación, ni mas ni menos) llamadas de despedida despues de la despedida de amigos que te desean lo mejor aunque te ven apenas un par de veces al año, llamadas de otros ¿no te habras ido sin decir nada, verdad?? -!claro que no! -
Todo eso pesa mucho mas que la frialdad del encuentro de las raices muertas que dicen, "pense que te habias ibas ya..." Adios y buen Viaje.
Nuestra Señora del Camino me ilumina.
Pues vuelvo a la alegría, que es lo que me inunda. Un Continente que se me ofrece como horizonte (simpre que logre saltar la aduana papeles en mano) nuevas ideas, nuevas personas con los mismos defectos que las que ya conoces y un pais con los enchufes diferentes y la luz a 125 V.
Alegría porque al final hemos hecho tantas despedidas que no la va a haber como tal. Alegría porque inicio la 4 decada de mi vida con un Atlántico más a las espaldas, montones de correos electrónicos para no perder la amistad (la amistad no depende de la frecuencia, depende del amor y la sinceridad) y otro montón para iniciarla. Es raro cambiarse de continente y saber que hay gente esperandote. Raro. Pero hermoso.
y Alegría porque el destino quiso que me despidiera de mi coro cantando 9 veces las canciones de mi tierra en tierra extraña, que Lucia arrancara las lagrimas de emoción a una Provenza que siempre me acompaña cantando
Negra Sombra a Julia y Alex dando palmas en el Vito, a Teresa emocionada en el Auditorio Victor hugo con Jariche, a Yoli dedicándome el último concierto, a Rosa y a Javi porque la buena gente siempre esta de buen humor y encima cantan mejor, a Paqui que sube sube sube sube, a Sofia siempre tan responsable, a Chema y sus golpes, Kike y "Excuse me" - Dovrida - Paco y sus cabezadas en la frego, Antonio y la Renault y Maria con la gorra y la identificación. Y además los que no estaban porque no pudieron ir, los mensajes de Diego, el Autobús de Mercedes...
Aun resuena el ultimo acorde en mi corazón, a los pies de la Basilica de Maria Magdalena Patrona de Provenza...
El Buque Correo de su Majestad "Mauretania". Cunard Line Liverpool 1907. El Galgo del Atlántico.
Record de Velocidad entre Inglaterra y EEUU. 27 nudos de velocidad punta.
Invencible. Prestó servicio hasta la II Guerra Mundial.
