viernes, 20 de julio de 2007

El Coro Universitario de Salamanca


Entre las ideas que me martillean en estos últimos días europeos antes de cruzar el charco, están los largos años que pasé cantando en el Coro Universitario, con el maestro Gº Bernal. Se puede decir, que si bien hubo antes mas, y después mejores, este fue el lugar y estas fueron las personas que despertaron en mi la inquietud musical mas saludable y duradera, donde aprendí la mayoría de las cosas importantes en música, y también de la vida, y donde hice amigos, muchos amigos.

En el fin de curso de 1995, escuché con mis padres y la selectividad recién acabada, el Concierto de Fin de Curso del Universitario, en San Blas. Lo recuerdo como si fuera hoy. Yo venia de otros mundos corales, a los que también debo mucho - somos deudores del camino que recorremos - y ver al Universitario con su Beca sangre toro, cantando con aquella alma, con aquella expresión, esa fuerza y ese buen gusto, me dejo impresionado. Yo quería cantar ahí. "Mira, esos son tus futuros colegas" me decía mi padre, que también pensó en cantar en el Universitario alguna vez, en tiempos de JesusBernal, cuando Don Anibal Sánchez les enseñaba el "Gaudeamus" en el coro del instituto.

8 largos años de interminables ensayos de pie en el último piso del Palacio de Maldonado, que a pesar del nombre, tenia unas goteras por las que se veía entrar el cielo plateresco mientras cantábamos las Vísperas de Rachmaninov o el Réquiem de Durufle...

Música increíble, difícil, muy difícil para mi que apenas leía música.

Y Bernardo, esa persona tan increíble que me costó tiempo en conocer pero que vi que era auténtico como el pan, y lograba sacar adelante un Coro nuevo cada año, con diferentes "camadas" de cantores, unas mas comprometidas, otras menos...

Aprendí el Gaudeamus de memoria. Actos académicos pirandonos las clases en los Honoris Causa... recuerdo sobre todo cuando vino la Reina... el traje azul oscuro, la corbata de personal no académico de la universidad y la beca prendida con alfileres con los que pinchábamos a la soprano de la fila de adelante cuando pasaba el Rector... Las chirimias en la procesión doctoral...

Luego vino el Coro de Cámara, profundizar en la Música Antigua y empezar a ver que al final de mis estudios universitarios se abría una posibilidad musical de veras, que yo creía inexistente, una posibilidad profesional.

Los dos coros me mantenían unido a Maldonado y a Bernardo 5 días a la semana. Ahí si que aprendí, y no falte a muchos ensayos. Falté los lunes de la Concha y alguno de los Santos. Otros estaba ensayando mientras oía salir a la Hermandad Universitaria, y a las 10, corriendo y arrastrando a algún coralista mas, nos apostábamos en la Catedral a ver la cadencia de esas faldillas negras con el escudo universitario... como nuestra Beca.

Hubo un momento en que comenzamos a cantar bodas y a reunirnos un grupo mas reducido, por el placer de cantar, sin animo de romper en Universitario ni nada parecido... yo aun no lo sabia pero La Stigia estaba naciendo. Primero algunas bodas, luego pequeñas intervenciones, luego ponerle nombre, buscar uniforme, el primer concierto... esa es otra historia, pero recuerdo con emoción inesperada cuando al día siguiente de aquel primer concierto, hecho con sencillez y sin publicidad, en la antesala del Concierto de Navidad de 2000 del Universitario, como Bernardo le dijo a todo el Coro que ayer Antonio había dirigido por primera vez, y que Salamanca podía estar contenta por tener otro Coro... dandome un aplauso. Increíble y hermoso.

Muchos Viajes, Alemania, Portugal, Francia, España, siempre haciendo mucho trabajo y muy bien presentado... la ronda de navidad, cantando A way in a Manger incansablemente

En 2002, cuando habían acabado los fastos, mi camino se dirigía ya por otras derrotas, y deje casi simultaneamente los coros universitarios. La dirección y el canto solista comenzaban a ser prioridad.

Es fácil atacar y definir los defectos de los demás. Sobre todo cuando se es un mediocre y un músico con ciertas torpezas. Hablo de todos aquellos que tienen "mejor técnica", "mejor humor", "mas tacto", "mas profesionalidad" o "mas simpatía" que el maestro Bernal. Todos carecemos de cosas, especialmente de las que señalamos en el de enfrente, pero es justo subrayar aquellas por las que destacamos. Nunca agradeceré bastante a Bernardo, enseñarme que la seriedad en el trabajo es esencial, las largas horas de ensayo empleadas, el buen gusto, su capacidad para trabajar incansablemente, el concierto de San Pedro de Alcántara, el Réquiem de Durufle. el Caminito del Indio, Por Entrar y Aurtxo Polita... Y por supuesto, por estar ahí.

Gracias, Maestro!!

1 comentario:

Iacobus dijo...

Bernardo , no solo es maestro en lo musical, tambien lo es como matemático. Tube la gran suerte de conocerlo y padecerlo en la carrera, y fue un autentico "MAESTRO".
Practicamente he conocido a toda su familia, ya que su madre me dío clases en el colegio y alguna vez tambien su Padre y algunos de sus hermanos, que son muchos. Con este Pedigrí, como no hiba a salir un gran "Maestro".

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