viernes, 25 de mayo de 2007

Mi Ópera Maldita


Habeis abierto la caja de los truenos. No pensaba yo que mi blog fuera a ser un vertido de intimidades tan grande, pero ya he cogido la cuesta abajo y voy sin frenos. En fin, es lo que hay...

En estas fechas siempre viene a mi cabeza Mi Opera Maldita. Este título es merecido como vais a ver. A punto he estado por tres veces de representarla (una casi lo consigo!) y por tres veces me he visto privado de semejante reto, trabajo y placer.

La primera vez fue un sencillo taller de ópera en Salamanca. Ahora me alegro de no haberlo hecho por distintos avatares técnicos, artísticos y personales (sería el año 2002, no recuerdo muy bien). La cosa era ilusionante, colaborar con estudiantes mas avezados que yo, como de 6 cursos mas nada menos. NO es que yo fuera un prodigio, es que la voz masculina escaseaba en estos lares y en esas épocas. Me adjudicaron el papel de "Gastón" (toda una imprudencia). Nada mas comenzar mi toma de contacto con los ensayos y el fascinante mundo operístico, se suspendió la modesta producción por... un ataque al corazón del Director de Escena. Sine Die.

La segunda vez falto un pelo. Un pelín. Aun así he de reconocer que el título de "maldita" es cariñoso, porque lo que hizo esta opera por mi no se paga con dinero. Me presenté, casi de rebote, a mi primer "casting" profesional, para cantar en coro, varias óperas en el 55 Festival Lyrique d´Aix-en-Provence (Francia). Ocurrió en Oviedo, en el Palacio de Congresos; habia multitud de cantantes vestidos de concierto, sopranos vaporosas y vocalizaciones que me dejaban turulato. Yo estaba decidido a tirar la toalla despues de aquello. No cantaría nunca mas. Me estaba yendo mal, la verdad. Habia discutido con mi profesora a causa del repertorio, llevaba una obra que no me gusta nada y otra que aun me enternece, elegida por mi. Y esa fue la clave. "Ombra mai Fu" del Xerxes de Händel me abrio las puertas de mi primera Traviata de Verdi profesional. Debía trabajar casi dos meses en Francia. Y solo me eligieron a mi y a otro chica. Ninguno eramos vaporosos. Normales pero currantes.

Mi mundo de experincias allí es increíblemente amplio. Es casi increible como se dilata el tiempo cuando haces algo que te atrapa y te apasiona. Ensayos muchas horas al día, en una miscelánea de lenguas algo caótica (nadie hablaba bien inglés realmente) y una experiencia internacional increíble: polacos, eslovacos, norteamericanos, argentinos, mexicanos, franceses, belgas, rusos... y vivir en la costa azul claro!

Aix-en-Provece, sueño de Cezanne, del Conde de Mirabeau, a los sones de la "Descarriada" de Verdi.



El sueño sufrió un frenazo de lo mas francés. Unos ajustes en el sistema de la seguridad social de los "intermitentes" -trabajadores estacionales de los festivales de verano, toda una institución en la Galia - iba a ser reformada. Solución, huelga bestial. Ni las llamadas del Ministro de Cultura ni las intervenciones de Doña Eva Wagner - nietísima y codirectora del festival - aplacaron a los de las pantartas.

Se apagaron las luces del Grand Archeveche y sono Verdi. Dia de estreno. Dia de Premiere. Al tiempo, y cada vez de forma mas intensa, los huelguistas armados con cacerolas de estilo "corralito argentino" comenzaron su particular manifestación a las puertas de un teatro... de un festival... al aire libre. Terminamos la función como se pudo. Llegaron noticias de un teatro de Lyon en las mismas condiciones que habia salido ardiendo ante la fogosidad de la protesta.





Mi Traviata, aquella que me habia salvado para la dedicación al Arte, se suspendía. Tenia un vuelo doble Marsella - Toulouse - Madrid que me devolvia a mi casa la mañana siguiente. Air France. Kilos de sueños en la maleta, miles de notas por cantar.



La tercera fue menos dolorosa, pero también cuenta. Como premio por la cancelación del año anterior (nos pagaron todo, caché incluido gracias a los sindicatos) nos contrataron para el 2004, identico título y producción. Pero me cambiaron de producción, y ya no canté Verdi, aunque si disfrute de una maravillosa opera, amigos, amor, coreografias, enayos eternos y mucha nostalgia, que es tema para otra confesión.

Podeis ver fotos de aquella Traviata 2003 que naufragó, la maravillosa Mirielle Delonsch, y el Archeveché. El video no es de mi Traviata pero adoro a Angela Gheorghiu

A la tercera no fue la vencida, pero no tiré la toalla.

4 comentarios:

Lucano dijo...

Bendita tu confianza en Oviedo, sin vaporosidades y seguro de tu elección. Seguro que algún día podremos disfrutarte escuchando cómo disfrutas en escena, regalándonos la Traviata de tus ilusiones.

Ana Pedrero dijo...

De momento lo más inmediato es Chicago, no?. Pues que se preparen, que vamos para allá y por el mismo precio fundamos una cofradía, escuchamos una ópera, le damos unos mimos a un amigo y vemos mundo. Prometo dejar la pandereta en Salamora para no abochornarte demasiado.

Cvlocolorao dijo...

Tu pandereta por la Michigan Avenue de Chicago o resonando delante del Wrigley Building será lo mas. Con sus cintas y sonajas. Que nadie deje de ser quien es so pena de ser expulsado de Salamora... por muchos EEUU que haya!

Ana Pedrero dijo...

Pues entonces ya estás tardando en volar, en tomar altura y volver a los brazos de los que te queremos cuando estimes oportuno, porque siempre estaremos esperándote. Y en hacernos decir orgullosos cuando te veamos sobre el escenario: yo lo conozco; ése es amigo mío; ése es de Salamora.

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