jueves, 31 de mayo de 2007

Tristeza

Aunque es el nombre de un Vals de Chopin, no hablaré de música. Os hablo de la tristeza de ver avanzar el reloj de arena, el reloj de los dias, y ver como se marchitan lo que fueron primero sueños y después realidades en esta orilla del Mundo.

Estoy melancólico, lo reconozco; mi muy posible viaje a ultramar - que lento es todo el proceso! - me tiene de algún modo bloqueado. Quizá no se note mucho desde fuera, pero así es.

Hay cierto intento, que naturalmente se frustrará, por mi parte, de dejar aqui algo en pié de todo lo construido. Tengo la sensación de arrastrar destrás de mi muchas cosas, cosas que yo creía eran inamovibles, y que al final dependian demasiado de mi.

Quizá mi grupo de cantores, a esos a quienes les he dedicado todos mis viernes, se disuelva por el simple hecho de que no estoy, y de que no estaré. Es la noticia mas triste del mundo. ¿Estaban ahi por mi? nunca tuve esa sensación. Creí en un proyecto común, La Stigia era y es de todos quienes han puesto su garganta a beber de su orilla. Tal y como suena.

Ahora hay quien ya me ha dicho que se irá del coro si yo no estoy... Tristeza infinita.

Tristeza porque es tanto como decirme que todo el esfuerzo que he empleado, todas las horas de música, de preparar ensayos, de no dormir por las mas diversas circunstancias, de disfrutar de ls halagos, de reirnos de algunas críticas, de animar a algunos a que mejoraran en el conservatorio o en otros ámbitos, de "poner a caminar" a los discolos, la ingratitud de otros, la paciencia de muchos, en definitiva, la vida, la música, La Stigia, no puede terminar porque yo no estoy. Cualquiera puede faltar menos yo, al parecer. Y es al revés. Me ha dolido el alma cada vez que uno no ha estado, que se ha tenido que marchar, o que simplemente, nos ha dejado.

Se que para otros el coro es exactamente lo que yo siento y pienso. Un espacio de reunión de muchos, no dependiente de mi. Yo os gusto como director y em halaga, pero es que vosotros a mi em gustais como cantores, por lo que le gustareis al director que se haga cargo próximamente. Por que la laguna esta por encima de todas esas cosas personales.

Se que volveré y veré un coro magnífico, mejor que el que yo he dirigido, y podré tener algo que escuchar y visitar en mis momentos de nostalgia.

Que no naufrage...

2 comentarios:

Víctor L. Gómez dijo...

Mucho animo Amigo. Suele pasar que algunos dias vemos las cosas de color gris, pero poco a aclara.

La semilla que sembrastes ha dado muchos y ricos frutos. Y aunque tu no estes, estoy seguro de que tu gente seguira hay.

¡Que orgulloso tienes que estar de tu gente!

Ana Pedrero dijo...

La Stigia es esa laguna que separa lo negro de la luz. La que todos habremos de cruzar un día. Espero, amigo, que tus cantores siempre remen hacia esta orilla, donde siempre les espera la vida y la música. Y que tú al volver recojas los frutos y lo celebremos entre todos.
Cantando, naturalmente.
Un besazo, a modo de abrazo de los que duelen.

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